Matrix es una historia tránsgenero: Lilly Wachowsky lo confirma

Matrix es una historia tránsgenero: Lilly Wachowsky lo confirma

agosto 7, 2020 0 Por Gloria Féliz

Matrix es una alegoría de la transformación transgénero. Y Neo no quería que le llamaran señor Anderson precisamente por ese motivo.

La primera línea de texto que aparece en la película Matrix (1999) contiene la palabra ‘trans’ y no es una elección al azar. No es una casualidad. «Llamar a Trans Opt», reza la línea de código. Y por si alguien tuviera alguna duda, por si a alguien no le hubiera quedado claro, es también la misma frase de texto que aparece justo al final de la película. Tampoco es una coincidencia. Es una declaración de intenciones. ¿De qué va Matrix? Es una historia de transformación. No es una película de acción barra fantasía ficción (porque de ciencia tiene poco). Si acaso es una película de transformación, así con dos ces. El problema es que estaba oculto a simple vista.

Desde el principio, Neo rechaza que se le llame señor Anderson, un título masculino y un apellido que hace referencia a los and-rógenos: la testosterona, androsterona y androstenediona, las hormonas asociadas con el desarrollo masculino. Al rechazar ese nombre codificado masculino y optar por Neo, un nuevo nombre sin la codificación masculina, el personaje puede evitar que lo mencionen de una manera que lo haga sentir incómodo. ‘Neo’ igual ‘nuevo’. Nueva vida, nuevo comienzo. Si es un mesías, es un mesías transgénero. Así que no, lo de Anderson no estaba elegido tampoco al azar.

En su primer encuentro, el agente Smith le plantea a Neo que vivir como el señor Anderson es algo respetable, aceptado por la sociedad, sin embargo, vivir como Neo no está bien. «Una de estas vidas tiene un futuro, y una de ellas no», dice el agente Smith, en una clara alusión al sentimiento que muchas personas trans sienten antes de tomar la decisión que cambia su vida.

Y luego está el discurso de Morfeo.

Al conocer a Neo por primera vez, el misterioso Morfeo dice: «Sabes algo. Lo que sabes, no puedes explicarlo, pero lo sientes. Has sentido eso toda tu vida. Hay algo mal en el mundo, no sabes lo que es, pero está ahí, como una astilla en tu mente, volviéndote loco».

Todo estaba ahí y para el gran público pasó absolutamente desapercibido. Salvo para el público trans.

Y estaba oculto a simple vista porque 1999 no era, desafortunadamente, 2020. Veintiún años después de su estreno, Lilly Wachowski, directora y guionista de Matrix y sus dos primeras secuelas, ha confirmado lo que los fans venían teorizando desde hace años sobre la alegoría trans. Sí, toda la historia es una metáfora de una transformación transgénero. Pero los estudios de Hollywood no estaban preparados para que nadie les dijera esto en 1999. «El mundo corporativo [en referencia a Hollywood] no estaba preparado para ello», asegura Lilly Wachowski (que no participa ni en el guión ni en la dirección de Matrix 4) en una escueta entrevista en uno de los canales de YouTube de Netflix. Sin embargo, para el público trans no pasó desapercibido. «El hecho de que algo que parecía a todas luces imposible se convirtiera en algo absolutamente posible hablaba directamente al público es lo que hacía y hace que la película signifique tanto para tanta gente», asegura Wachowski. Aunque fuera en una película de fantasía ficción.

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Los fans de Matrix llevaban tiempo especulando que cuando Morfeo le plantea el tremendo Rubicón de las píldoras rojas y azules, la píldora roja representaba la espironolactona, una píldora antiandrógena recetada a muchas mujeres trans para ayudar a prevenir la producción de hormonas tradicionalmente masculinas. Wachowski ni lo confirma, ni lo desmiente, pero encaja a la perfección. A ver cómo encajan esto ahora los activistas de la derecha alternativa, anti-transgénero, que se han querido apropiar desde hace años de la píldora roja. Queridos, y nada ilustres, ignorantes, va por vosotros.

Fuente: esquire