
Entre el pilotaje y la moda: las dos caras de Lewis Hamilton
El corredor de Fórmula 1 de nacionalidad británica, Lewis Hamilton, ha logrado navegar en dos mundos totalmente divorciados y destacar en ambos: el pilotaje y la moda internacional.
Hamilton, conocido por haber ganado siete campeonatos mundiales de F1, también ha dicho presente a eventos donde ha acaparado toda la atención por sus ostentosos vestuarios, tales como en las semanas de la moda
“Cuando estoy en el mundo de la moda, tengo que mostrar a una persona diferente porque hay que tener confianza, mostrar un estilo, una forma de andar, una actitud. Hay que creer en ello, no puedes llevar algo fuerte o atrevido sin confianza; en la Fórmula 1, trabajo con gente, tengo que conectar con ellos. Simplemente son actitudes diferentes según dónde esté”, explicó Hamilton.
El interés del siete veces campeón del mundo por la moda no se limita a una faceta estética, sino que representa también un proyecto de inversión y desarrollo personal. Según afirmó, “la moda me interesa mucho. Quiero invertir aún más en ella”. La doble exposición del deportista en el ámbito deportivo y creativo le ha permitido ampliar su influencia y consolidar su imagen como referente de los nuevos códigos culturales dentro de la Fórmula 1.
Finalmente, también habló sobre su vínculo con la vida personal y familiar, el cual mantiene una coherencia con su entrega profesional. Hamilton ha manifestado públicamente su decisión de aplazar la formación de una familia mientras se encuentre activo en la competición.
“Siempre me impresionan Roger Federer, Novak Djokovic y otros grandes como Tom Brady, que tienen familia y siguen rindiendo. Para mí, simplemente no ha sucedido. No es una prioridad. Mi prioridad ha sido mi amor por la Fórmula 1. El amor de mi vida es la F1. Amo este trabajo casi más que nada. Mi sobrina y mi familia siempre serán la prioridad, pero… no me gusta hacer las cosas a medias; no daría el 100%. No digo que a otros no les guste”, detalló el piloto a L’Equipe.
Hamilton describió las exigencias del automovilismo de alta competencia y cómo repercuten en sus elecciones personales: “Tengo que ser tenaz, entrenar, ser súper diligente, involucrarme. Algo tiene que sufrir. No quiero tener que elegir: o las carreras sufren para que la familia triunfe, o la familia sufre para que las carreras triunfen. Por ahora, no tengo que elegir, y estoy feliz de centrarme en una sola cosa. Y, aunque lo sacrifique todo por ello, es muy difícil tener éxito. Claro, imaginé lo genial que sería que uno de mis hijos viniera a ver el Ferrari, se maravillara, pudiera subirse a él, compartir este universo. Porque las carreras han sido la parte más importante de mi vida, desde pequeño”.
En ese contexto, la atención mundial se dirige al próximo Gran Premio de Azerbaiyán, donde el piloto británico tendrá una nueva posibilidad de recobrar terreno en la clasificación general. En el entorno ferrarista, la expectativa se mantiene sobre la capacidad de Il Cavallino Rampante para revertir un ciclo de sequía sin títulos de constructores desde 2008, una meta que el propio Hamilton aspira a alcanzar ante uno de los retos más notables de su carrera.